Me cuentan que en Londres hay unos 25 grados, durante el día, a la sombra. Aquí en la meseta castellana subimos a los 39, a los 25 bajamos por la noche.

Y aún así, la humedad en el aire y la contaminación convierten a las grandes ciudades como Londres en auténticos infiernos durante olas como esta. La meseta está elevada, lejos del mar y, aunque hay voces que alertan de la contaminación, por lo menos no ponemos los pañuelos negros cuando nos sonamos la nariz, ni nuestros mayores se mueren en cantidades desproporcionadas (aunque puede que en ese asunto juegue un papel la ausencia de estadísticas especificas).

Para los periódicos que salen a diario la actualidad manda, así que cualquier apunte sobre, digamos, cambio climático, ha de ser propuesto en medio de una oficial ola de calor o durante una manifestación masiva; de otra forma, muy escaso de material tiene que estar un medio para aceptar una reseña.

A varias personas y agrupaciones debo el favor de haberme ido proporcionando listados de las direcciones a las que enviar ‘cartas al director’, entre ellas la Coordinadora de Pensiones de CyL y Fridays for Future de Burgos (en instagram).

Gracias a esas contribuciones, y sobre todo la de Jonathan Cook, estos artículos han sido publicados:

Salamanca al día , Tietar te ve, La crónica de Salamanca, La Voz Abulense, El Diario de Ávila, Burgos Dijital, Diario de Vurgos:

Otra ola de calor