Reflexiones de reunión

Me dicen que este pueblo es el único de Castilla en el que ha ganado una de esas formaciones ‘nuevas’, estilo “Podemos”. Por primera vez en la historia de la ciudad, una formación política con concejales en el ayuntamiento tiene reuniones abiertas a las que cualquier vecino y vecina puede acudir.

Esta formación no gobierna sola, lo hace con el partido socialista. Y con el partido socialista parece que decidió cambiar las condiciones de una de las escuelas culturales pagadas por el ayuntamiento. Y la gente que se beneficia de unas clases que impartidas por empresas privadas podrían costar varias veces más de lo que cuestan, quería quejarse por lo que podría percibirse como un ‘os queréis cargar esta escuela’ o una pérdida de las condiciones ideales que antes tenían unas clases recibidas por gentes privilegiadas.
Para quejarse, en vez de ir a un pleno donde están todos los concejales, fueron a una reunión del único partido que tiene reuniones abiertas, que comparte el ‘poder’ con otro (Lo del poder es más bien relativo, dado el poco o casi nulo poder que parece tener este alcalde en relación a los poderes fácticos locales, pero ese es tema para otra completa entrada) hoy era especial.
No había siquiera consenso sobre si esta reunión era abierta o secreta. No se anunció en el blog abierto de worpress, ni en el más privado grupo de una red social muy cerrada, y solo a ultima hora en el aún más privado grupo de mensajería instantánea.

El caso es que esta gente, que nunca antes había estado en una reunión del partido político en cuestión, se enteró de la existencia de ella y allí aparecieron, sesenta de ellos y ellas, alumn@s que se habían apuntado en junio para encontrarse en septiembre con que las clases iban a ser, en su opinión de peor calidad que en años anteriores.

Hacia las ocho menos cuarto Irrumpieron en la reunión, que como de costumbre estaba prevista que durara de 7 a 9 y también como de costumbre estaba formada por no más de diez personas. La que parecía la coordinadora de la acción le espetó al alcalde: “Tú veras, o vienes al salón de actos donde ya están algunos, o venimos todos aquí”. La reunión se levantó una hora y media antes de terminar y los temas que no se trataron por la pronta interrupción tuvieron que quedar para otra ocasión.

Y hasta aquí la descripción los hechos por parte de estas aproximadamente sesenta personas, la mayoría de ellas, en mi opinión, privilegiadas miembros de la clase media a quienes ya se les supone el privilegio de una educación determinada para acceder a las clases objeto de disputa.

Desde aquí es una reflexión sobre las decisiones tomadas por los miembros de esta reunión.

La primera, la de permitir que se reventara una reunión [que podría considerarse tan privada como una reunión de amigos en un bar, por ejemplo]. Fue un momento de mucha confusión, pero con el beneficio de la distancia podría compararse: ¿cómo
reaccionaríamos si estuviéramos en un bar con los amigos, y 50 personas nos dijeran, o sales a la calle a hablar o nos sentamos aquí con nosotros hasta que hables con nosotros?

La segunda decisión fue interrumpir la reunión, que en principio tendría su agenda/ orden del día, que iba durar unas dos horas, y dejarla en una escasa. ¿cómo se sintió la gente que, haciendo una excepción a su tarde, dejó dos horas libres para esta reunión que luego se interrumpió como se hizo? ¿Se tendrán que reunir, justificar otra ausencia familiar otra tarde para tratar los temas que no se dejaron tratar?

La tercera decisión fue acceder a acudir al lugar que esas sesenta personas ya habían ocupado sin seguir con el procedimiento que hubiera permitido, entre otras cosas, preparar un micrófono. ¿Se habría tomado la misma decisión si nos hubiéramos parado a hablar entre nosotros, analizar la situación y acordar si estábamos dispuestos a que la agenda la dictaran otros?

El resto de lo que pasó, a mi parecer, fue lo siguiente:
– esas 60 personas solo querían hablar con el alcalde. El resto de miembros del partido, concejales incluídos, no les importaban. Las preguntas fueron a él como si él hubiera tomado esta decisión, “sin consultar con nadie”, como dijeron vari@s, que no saben que las decisiones en el ayuntamiento no las tomas un alcalde, ni siquiera un partido, sino los dos en coalición con consultas con los demás partidos.
– esas 60 personas hacían preguntas al alcalde, muchas veces muchas personas a la vez, sin que nadie les exigiera que guardaran un turno levantando la mano para pedir la voz, ni que no interrumpieran.
– en ocasiones hablaba una persona sola cada vez, habiendo interrumpido a todas las demás que estaban antes hablando, incluyendo el alcalde, para luego hacer preguntas tan largas que no se sabia lo que estaban preguntando, y cuando el alcalde intentaba contestar se le exigía que no interrumpiera.
– al alcalde se le interrumpieron todas y cada una de las intervenciones. No acabó de contestar a ninguna pregunta porque invariablemente se le interrumpía, muy a menudo por varias personas a la vez, y él intentaba contestar al menos a una de ellas.
– al menos un miembro del publico utilizó lenguaje abusivo (o faltón) absolutamente fuera de lugar, delante de un alcalde que se excedió de sus funciones solo para estar ahí, y además delante de niñ@s.
En resumen, individual y colectivamente este partido accedió a un abuso de proceso (reventar una reunión (privada)) para proceder a una sesión de preguntas y respuestas donde no se guardó ni orden de intervención ni un mínimo de respeto a alguien que al fin y al cabo no tenía ninguna obligación de estar ahí.

En mi opinión esto no fue más que la repetición aunque a gran escala de lo que ha sucedido ya en reuniones públicas de este partido y sería interesante saber si ocurre en otras ciudades donde un partido en el poder mantiene reuniones o asambleas abiertas: Que la gente del pueblo las usa para pedir explicaciones al alcalde de su situación personal (o de sus familiares) o laboral a causa de decisiones tomadas a nivel ayuntamiento.

Ni PSOE ni ningún otro partido se ven en esta situación (o nosotr@s no lo vemos) porque no tienen reuniones abiertas (o no las vemos).

En mi opinión también cuando es una sola persona pidiendo explicaciones de ‘por qué se ha contratado a esta gente cuando a mi primo no le han llamado’ es tan reventar la reunión como que vengan 50 a interrumpirla, pues ambas intervenciones impiden que se hable de propuestas y acciones que las personas que sí acuden regularmente andan trabajándolas dentro y, cada vez más, forzad@s a trabajarlas fuera de las reuniones.

Veo varias formas de evitar estas reventadas. Una es dejar de tener reuniones abiertas pero seria un paso a parecernos más a un partido convencional, y estas iniciativas ciudadanas nacieron para hacer las cosas de forma ‘diferente’. (¿no?)
Otra forma sería tener mucha disciplina militante. Para no dejarnos llevar por los acontecimientos. Para tener órdenes del día bien negociados y definidos antes de la reunión y ajustarse a ellos, y a no cambiarlos si no es con el consenso de todos los presentes frente a quien quiere imponer un punto que no estaba en el orden del día.

Y luego está la interacción con gente que no es consciente de su machismo, por lo que sea. El hombre mayor que habla con dos hombres más jóvenes, y empiezas a explicarle que esta reunión estaba programada para durar un cierto tiempo, y la reventada ha hecho imposible tratar los temas que se iban a tratar y ahora tendrán que tratarse quien sabe cuan… pero cuando llegas a esta parte de la frase el hombre mayor ya te ha dado la espalda y se ha puesto a hablar con los otros dos más jóvenes que hasta ahora también te estaban escuchando, pero que en vez de llamarle la atención al otro su falta de respeto a esta mujer que le habla le siguen la corriente y el machismo se va de rositas.