Que hoy coincidieran en Briviesca la marcha por las pensiones de Bilbao a Madrid y la celebración del día de la provincia ha sido casualidad. (fotos)
Que se diera cita para protestar contra la macro-granja proyectada en Llano de Bureba, no (fotos).
Los vecinos y afectadas por la macro granja llevan tiempo manifestándose, pero, sintiendo que sus protestas no son oídas, hoy se han presentado en el sitio y hora en que sabían que estarían autoridades provinciales, junto a unos doscientos ediles de toda la provincia de Burgos.
Tanto desde el ámbito vecinal, como político y asociativo se han presentado alegaciones contra el proyecto debido a los graves impactos ambientales y sociales, que puede provocar en el entorno de la instalación de esta macrogranja. Ahora corresponde a la Junta de Castilla y León estudiarlas; mientras tanto, la vecindad se moviliza.
El proyecto, cuyas dimensiones se ha alegado que deberían considerarse industriales, prevé albergar decenas de miles de animales al año, cuyas heces, en forma de purines, se verterían en fincas colindantes a la instalación. Esta actividad agro industrial tendría un serio impacto en todo el entorno en términos de contaminación, malos olores, producción agrícola e incluso salubridad de las aguas subterráneas que llegan a pozos y acuíferos. A ello habría que sumar el aumento de tráfico de camiones en la zona y sus necesidades de consumo de agua. Todo ello en un contexto en el que la salud del planeta aconseja no solo comer menos carne, sino procurar que la que se produzca sea en unidades pequeñas cuyo impacto sea asumible por el medio ambiente local.
Desde las instituciones los argumentos parecen ser a favor de la macrogranja, anteponiendo el impacto en el nivel de empleo a corto plazo sobre el impacto medioambiental a largo plazo.
Para dejar clara su posición, un nutrido grupo vecinal se ha manifestado, primero ante la Iglesia de Santa Clara, a las doce del mediodía, donde ha tenido lugar el primer acto del Día de la Provincia en Briviesca, para seguir a las autoridades, siempre acompañadas por un también nutrido grupo de autoridades armadas (Guardia Civil), hasta la Plaza Mayor, donde hacia las dos de la tarde ha llegado el grupo de pensionistas marchando desde Bilbao a Madrid exigiendo unas pensiones dignas.
Algunos de estos pensionistas ya hicieron una marcha parecida en el año 1992, cuando se estaba “reconvirtiendo” la industria del hierro en el País Vasco y especialmente en Bilbao. “Este polideportivo es nuevo”, comentaba uno de los pensionistas en marcha al llegar al Polideportivo II, amablemente cedido por el Ayuntamiento para que los componentes de la marcha puedan comer y dormir a cubierto, y ducharse mientras se preparan para la etapa de mañana. “Es que este polideportivo no estaba construido en el 92, cuando marchamos por el tema de Altos Hornos. En aquella ocasión, dormimos en ese otro (Polideportivo I).
La marcha por las pensiones se reanuda mañana temprano, hacia Monasterio de Rodilla, rumbo a Madrid donde expondrán sus reivindicaciones, “aunque los políticos las conocen perfectamente”, como decía el portavoz de la marcha. La lucha por la salubridad de la tierra y del aire también sigue. A ambas les queda camino por delante, con ambas fueron abundantes hoy las muestras de apoyo en Briviesca.